En los anteriores blogs de Cuidabi os hemos hablado sobre la dependencia, pero hoy, queremos indagar un poco más allá al explicar los tres grados que existen y el tipo de cuidado que necesita cada uno de ellos.
¿Qué es la dependencia?
Primeramente, es imprescindible abordar este concepto para entender los diferentes grados existentes. La dependencia se trata de la situación definitiva donde las personas no pueden realizar tareas cotidianas sin la ayuda de otros. Una persona se considera dependiente cuando sus limitaciones no son temporales y afectan a actividades rutinarias básicas que imposibilitan el día a día sin la ayuda de terceras personas.
Esto puede producirse como consecuencia de una enfermedad o por otras cuestiones, ya sean relacionadas con la edad o por algún tipo de discapacidad.
Pero, no todas las situaciones de dependencia resultan iguales, podemos encontrar diferentes grados. Debido a ello, resulta necesario entender en qué nivel se encuentran nuestros mayores para proporcionar una ayuda que facilite tanto su bienestar como el del cuidador, adecuando el trato según cada situación y necesidad.
Los diferentes grados de dependencia
Grado I o Dependencia moderada
El Grado I de dependencia, también conocido como dependencia moderada, corresponde a aquellas personas que necesitan ayuda al menos una vez al día para realizar actividades básicas de la vida cotidiana. Por regla general, suelen ser quehaceres como asearse, comer, ir al banco o al dentista, hacer la compra, etc.
Esta situación también se extiende a las personas mayores en general, cuando notan dificultades en la movilidad, concentración y memoria y necesitan ayuda de forma intermitente o limitada a lo largo del día. Además, se presenta de la misma forma en personas diagnosticadas de demencias o enfermedades como el Alzheimer en su primera fase.
La dependencia moderada requiere un apoyo puntual, por ejemplo, una cuidadora por horas. Esta puede pasar un par de horas al día con los mayores para ayudarles con las tareas de la casa, la compra o la comida, resultando un sutil pero gran apoyo.
Grado II o Dependencia severa
En este grado de dependencia se encuentran aquellas personas que necesitan ayuda para realizar varias actividades básicas de la rutina. Debido a su pérdida total de autonomía, necesitan el apoyo continuo de otra persona. Es decir, aunque todavía no hace falta estar con el dependiente las veinticuatro horas del día, resulta necesaria una ayuda para muchas habilidades del día a día.
Por este motivo, es necesaria la presencia de un cuidador que tenga intervenciones intermitentes, pero con una presencia imprescindible de dos o tres veces al día.
Grado III o Gran dependencia
Este grado de dependencia aparece en los últimos años de nuestros mayores o en la fase final de todas las enfermedades degenerativas. Esta etapa es conocida como Gran dependencia debido a la pérdida total de autonomía.
En este momento, las personas dependientes son incapaces de hacer actividades básicas sin ayuda. Por ello, resulta imprescindible no dejarles solos y acompañarles tanto en sus necesidades físicas como emocionales. Debido a ello, se requiere una cobertura de veinticuatro horas al día los siete de la semana. Además, resulta beneficiosa la ayuda de dos cuidadoras internas, una de entre semana y otra de fin de semana.
Una vez explicados los tres grados de dependencia existentes, ya conoces qué tipo de cuidados específicos necesitan nuestros mayores. En Cuidabi proporcionamos servicios para ayudar a las personas dependientes tanto en el hogar como en el propio entorno. Si necesitas más información, no dudes en contactarnos. Te asesoraremos en todo lo que necesites.